El trabajo está hecho en lo deportivo. El Balonmano Antequera sumó ayer una nueva victoria en Toledo (26-31), que virtualmente deja al equipo dirigido por Antonio Carlos Ortega en la máxima categoría del balonmano español. La explosión de júbilo y de alegría se hizo palpable segundos después de finalizar el partido en técnicos y jugadores, que abrazados en el centro de la pista no podían contener la emoción.
El conjunto antequerano dio una nueva lección de balonmano, de profesionalidad, y una demostración incuestionable de deporte en estado puro. Sufrió como le gusta a su entrenador. Sin complicaciones absurdas. Sin perder la cara al partido. Con ventajas cómodas en algunos momentos y con tensión y nervios de acero en los momentos claves del envite. Se llegó al descanso con una renta de dos goles (13-15) que llegó a multiplicarse por dos en algunos momentos del primer acto. Y aunque la segunda parte se mantuvo en los dos y tres goles de ventaja, en un extraordinario partido de todo el equipo sin excepción, se pudo complicar la cosa cuando a cinco minutos para el final, Plaza puso el 25-26. Baena erró desde los siete metros y Bakic, muy atento, puso el 25-27.
Otra parada de Jorge Martínez, un gol a la contra de los verdes, el tiempo muerto y la exclusión del técnico local y acciones bien conducidas de los chicos de Ortega, sellaron la permanencia a dos minutos para el final.
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