La Rosaleda celebró hoy una fecha muy especial en su historia: su 70 aniversario. Siete décadas después de que el balón rodase por primera vez en su terreno de juego, el estadio de Martiricos se engalanó para recibir a los representantes de las instituciones, así como a los colectivos y personalidades malagueñas que, durante una dilatada vida repleta de anécdotas, emociones y remodelaciones, adornaron una hermosa existencia en blanquiazul.
El destino quiso que acogiese su primer encuentro de Fútbol cinco meses antes de lo previsto. De este modo, el 13 de abril de 1941, debido a un temporal que azotó el litoral malagueño, el Club Deportivo Malacitano, precursor del ya extinto Club Deportivo Málaga, se vio obligado a desplazarse desde el campo de los Baños del Carmen, maltrecho por la climatología, hasta el nuevo estadio que la ciudad había construido con la previsión de inaugurar al inicio de la siguiente temporada: La Rosaleda.
70 años después de aquella apresurada inauguración, y con numerosas remodelaciones en su graderío, el estadio La Rosaleda sigue siendo la cuna del malaguismo, un sentimiento que nació con el Club Deportivo Málaga en 1941, y que todavía sigue vivo a través de su heredero futbolístico: el Málaga Club de Fútbol. En el día de hoy, a través de una gran foto de familia, el Málaga Club de Fútbol, las instituciones gubernamentales -propietarias del estadio-, las organizaciones futbolísticas, los Medios de Comunicación y, por supuesto, la afición, gran protagonista de estos 70 años en Martiricos; han posado sobre el escenario que ha servido como nexo de unión a muchas generaciones de malagueños.
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